Se escucha y se lee constantemente sobre la pelea que tienen las empresas en adquirir el mejor talento,  la escasez de profesionales y la falta de compromiso que tienen los jóvenes, pero luego nos enfrentamos a lo que parece otra realidad, otra dimensión; profesionales maduros con gran experiencia, comprometidos, en busca de estabilidad y con excelentes competencias, pero sin encontrar nuevas oportunidades laborales y/o de crecimiento.

De acuerdo con el presidente de la Asociación Mexicana por la No Discriminación Laboral (ANDLEG) el 90% de las vacantes ofrecidas dejan fuera a los mayores de 35 años.

¿De dónde surge esta idea que las personas mayores dejan de ser competentes, que les falta energía o son poco flexibles? Si vamos a los hechos, hay muchas personas talentosas cuyos mejores emprendimientos y la cúspide de su carrera han sido en etapas de madurez laboral; un talento senior brinda conocimiento, tiene menos rotación, y ya han adquirido un claro sentido de la responsabilidad y el compromiso tanto al trabajo como a la empresa.

Entonces, lo arriba mencionado despierta la inquietud de ¿por qué al buscar talento se está considerando a los más jóvenes mejores recursos?

Es común para Head Hunters y Reclutadores recibir feedback del cliente interno o externo en donde se descarta la experiencia, la estabilidad laboral, por la aprensión en contratar a una persona más senior.

Hay que otorgarle a la experiencia la importancia merecida y flexibilizar el pensamiento de que la edad es un determinante a mejores ideas o más energía, cuando esto realmente viene en las competencias, la determinación y motivación interna del individuo.

La realidad es que el talento no tiene edad.

Escrito por: Carolina Guillén.