El Mobbing o bullying organizacional es un “proceso complejo de victimización de otra persona que va más allá de las simples discusiones o malas relaciones entre compañeros, y que se diferencia de éstos por su naturaleza, su duración, su intensidad, sus formas, sus protagonistas, sus consecuencias y sus ámbitos” (Nancy Romano Avalos, especialista de bullying en centros escolares, artículo para la Universidad del Valle de México UVM).
Nuestra Organizaciones viven con esta realidad, que al extrapolarse al plano laboral es denominada Mobbing, lo que deja de ser un mito y se evidencian aspectos como:
- Maltrato físico.
- Amenazas.
- Esconder, robo de objetos o pertenencias.
- Maltrato verbal como insultos, amenazas y burlas Rumores, tratar de aislar, excluir, ignorar o no dejar participar a alguien.
- Acoso sexual.
- Abuso de figuras de poder, entre otros.
- Hay que analizar definitivamente en el pensamiento y sentimientos de tres involucrados en estos procesos de Mobbing:
- Agresor.
- Víctima.
- Observador(es).
Sin embargo, la víctima es quien lleva la peor parte, porque es afectada directamente en su autoestima, sin importar edades. Generalmente el agresor abusa de otros porque es el trato que ha recibido dentro de diferentes núcleos de su vida, por lo que la resolución de su tema es de concientización y de sanación. El observador por su parte debe aprender a intervenir sin miedo, en los momentos que perciba algún tipo de agresión.
¿Qué podemos hacer de cara a la estrategia organizacional?
- Difundir información, guías y prácticas sobre este tema, como manera de concientización.
- Diseñar programas anti-violencias para la participación de todos los colaboradores.
- Diseñar procedimientos para apoyar las denuncias. Elaboración e implementación de códigos de ética. Criterios claros para tomar decisiones en el caso de agresores.
- Evitar despedir a algún empleado por denunciar a su agresor.